Denominación de origen ¿Vale la pena tenerla?
Certificado de autenticidad. La frase suena bien, ¿no cree usted, querido lector? Es una frase que encierra valor agregado, prestigio y calidad. Imagínese ahora si cambiamos la frase a Certificado de Origen. ¿Ya lo tiene? Llegan nuevos valores a nuestra mente tales como garantía, gran valor y satisfacción.
Definitivamente estamos adquiriendo algo de excelente calidad y que además es único y especial porque ese producto que estamos comprando se produce en ese lugar y sólo en ese lugar del mundo, lo que hace a este producto todavía más valioso y atractivo. Cuando lo adquirimos, lo portamos, lo mostramos o lo servimos con orgullo y hasta con algo de sentido de estar en un primer lugar. Querido lector, usted se lo merece.
No todo el mundo puede adquirir estos productos con certificado de origen, porque en nuestro país son productos de importación, que generalmente son de alto costo, y porque si no lo adquirimos en México, eso significa que viajamos al lugar de origen y lo trajimos de allá a donde fuimos para nuestro disfrute.
Claro, también cuenta el paso por el Duty Free del aeropuerto: ¡adquirimos ese valiosísimo producto sin el impuesto! Si hablamos de los productos que tenemos en México con esta certificación de origen, tales como el tequila y el mezcal, tendremos una idea clara de por qué estos productos tienen un alto valor. Además de ser especiales y únicos, los productos con esta certificación, llamada denominación de origen, representan la cultura, la riqueza y la tradición de ese país que los produce.
Todo esto suena muy bien, pero, ¿qué es lo que está más allá de la adquisición de un producto que tiene una denominación de origen? La denominación de origen es actualmente el único certificado de origen que existe en México para proteger esta riqueza y tradición. Es la forma más especial de las llamadas Indicaciones Geográficas, según lo describe el Tratado de Lisboa. La denominación de origen es un derecho de propiedad industrial. Es un signo distintivo, es decir, distingue a estos productos por sobre otros similares o del mismo tipo.
Hay mucha diferencia cuando nos referimos al queso originario de la región de La Mancha, en España, que cuando lo hacemos al queso tipo manchego que vamos a comprar al supermercado. Para que un producto sea acreedor a una Denominación de Origen, su esencia y su manufactura deben estar necesariamente vinculados a las características de la región geográfica que la denominación abarca incluyendo los factores humanos y ambientales. La Denominación de Origen es propiedad del Estado Mexicano y protege las características, la calidad y el origen del producto en México y en otros países del mundo.
Lo protege de que lo dupliquen y lo vendan como producto de origen sin serlo. En México tenemos 15 productos con Denominación de Origen: Tequila, Mezcal, Olinalá, Talavera, Bacanora, Ámbar de Chiapas, Café Veracruz, Sotol, Café Chiapas, Charanda, Mango Ataúlfo del Soconusco de Chiapas, Vainilla de Papantla, Chile Habanero de la Península de Yucatán, Arroz del Estado de Morelos y Cacao de Grijalva.
Esta última fue declarada el 29 de agosto de 2016. La Denominación de Origen está dirigida a los productores y distribuidores del producto. El tener la DO les otorga acceso a los mercados nacionales e internacionales protegiéndolos de la piratería y de la competencia desleal. Es uno de los valores agregados y requisitos para que el producto entre en la cadena de valor y sea competitiva en el mercado de exportación e importación a través de explotar comercialmente su calidad y este certificación de origen. Es adicional a la marca registrada, que también es un signo distintivo y un derecho de propiedad industrial. Como ve usted, querido lector, el ser dueño de un derecho de propiedad industrial es fundamentalmente estratégico para los planes de negocio e inversiones en México y en el extranjero.
En México tenemos 15 productos originales con Denominación de Origen. Francia tiene en su haber 46 denominaciones de origen de quesos y más de 470 denominaciones de origen en vinos. España posee denominaciones de origen en vinos (70), licores espirituosos (19), jamones (8), carnes (17), pescados (5), legumbres y hortalizas (35), vinagre (3), aceitunas, aceite de oliva (29), miel (7), fruta (24), repostería (17) y quesos (28) entre otros productos.
Italia es el país que más productos de consumo tiene con Denominación de Origen llegando a más de 800 entre vinos, quesos y productos agrícolas tales como aceite de oliva o aceitunas y vinagre entre otros productos. Imagínese usted si tuviéramos más productos mexicanos con Denominación de Origen. Promoveríamos el comercio exterior de manera notable pues tendríamos accesos a más mercados de exportación y fortaleceríamos nuestras relaciones comerciales con un mayor número de países.
Esto contribuiría a tener una economía más independiente y flexible tanto al interior como hacia el exterior. Actualmente en México se están llevando a cabo revisiones de la situación comercial en relación a las Denominaciones de Origen mexicanas y se está promoviendo su emisión.
Asimismo se están revisando las leyes y los tratados internacionales relacionados con las indicaciones de origen, y se está analizando la posibilidad de incluir también Indicaciones Geográficas para proteger más de nuestros productos originales. Ya en el final de este artículo retomo mi pregunta. ¿Vale la pena tener una denominación de origen? Yo creo que definitivamente sí lo vale. ¿Qué piensa usted?
Nicolas Caffaro
Excelente artículo que nos arroja mayor claridad sobre este tema. Felicito a la articulista.