El cortoplacismo es una amenaza para la sostenibilidad
Ing. Daniel Javier
Es una tentación escribir sobre Trump ya que a diario nos sorprende y no muy agradablemente.
Trump es representante de una clase empresarial americana que está acostumbrada al pago de bonos escandalosos por resultados cortoplacistas. Esta estrategia busca resultados en poco tiempo, sin contemplar los riesgos y los efectos a largo plazo.
Los nuevos ejecutivos americanos, en muchos casos, pasan un tiempo mínimo en cada empresa, más preocupados con el desarrollo de su carrera personal que del futuro de su empresa, agregan a su curriculum vitae los resultados logrados, fuera de contexto, mejorando posiciones y salario en nuevas empresas en las que van repitiendo su modus operandi. En apenas un año logré esto y aquello, y suena impresionante, pero todos sabemos que hay consecuencias a largo plazo que no están siendo consideradas.
En USA después de la crisis de 2008 el gobierno debió auxiliar económicamente a muchas empresas privadas (bancos, fabricantes etc.) y tuvo que intervenir para controlar el pago de sueldos y bonos a los ejecutivos. Y en muchos casos a las empresas auxiliadas no pareció importarles cambiar, ya que obtenían los resultados a corto plazo y cuando los problemas venían eran auxiliadas por el estado a costo del contribuyente.
Lamentablemente después de los esfuerzos de Obama para cambiar el cortoplacismo sistemático, con el nuevo gobierno se va en dirección opuesta.
La democracia, que es el mejor sistema que hemos logrado, pero con muchos defectos, favorece un cortoplacismo similar. El gobernante de turno tiene cuatro o cinco años para mostrar resultados y si no lo hace, lo castigamos con los votos.
Así que los más inescrupulosos gobiernan sin preocuparse por la situación en que dejan el país, con deuda, sin inversión, etc. pero mostrando resultados populistas. El gobierno posterior entonces se encuentra con una crisis, debe asumir el costo político de ajustes y austeridad impopular y probablemente, a pesar de actuar con lógica y coherencia, terminará perdiendo en la próxima elección con quienes son los verdaderos culpables.
Así que Trump fue elegido por americanos relegados por mucho tiempo, y que con cierta lógica piensan que su gobierno debe darles respuesta antes de andar pensando en solucionar los problemas de otros países.
La estrategia internacional de Trump desde su punto de vista de capitalismo hostil, donde el que tiene la posición de poder impone las condiciones, es absolutamente razonable, renegociará todos los tratados con condiciones ventajosas para USA, forzará a las empresas a producir en USA y ocupar mano de obra nacional, frenará la inmigración permitiendo sólo la útil a los objetivos, y contaminará lo que sea necesario para dar puestos de trabajo y generar riqueza para USA. Y mostrará resultados cortoplacistas con lo que (si no sigue haciendo tonterías en otros temas) tal vez vuelva a conquistar los votos en la próxima.
Trump gobierna para USA y le importa poco el resto, por lo menos es transparente en eso. Es una lástima porque el poder del presidente de USA le debería conferir una responsabilidad (que como siempre viene con el poder) para con un planeta globalizado y con un destino compartido.
Trump con su lógica capitalista creo que a corto plazo va a mejorar en una forma populista la situación de los asalariados en USA y mucho más aún la de los empresarios, y mientras tanto, el resto de nosotros pagaremos los costos…los mexicanos pagarán el muro y entre todos pagaremos el desastre ambiental y los otros costos sociales.
El cortoplacismo va en contra de la sostenibilidad.